DÜSSELDORF.- Había dicho en la previa de la pelea que lo iba a tratar como a un paciente que necesitaba tratamiento. La metáfora que utilizó el ucraniano Wladimir Klitschko para amedrentar al inglés Tyson Fury no se materializó en el ring del Espirit Arena de Düsseldorf, Alemania. Luego de 11 años Klitschko fue destronado y despojado de sus títulos de los pesos pesados de la Asociación Mundial (AMB), la Federación Internacional (FIB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Fury logró la victoria tras imponerse por puntos en un combate de 12 rounds.
Para los jueces no hubo dudas: dos lo vieron ganador por 115-112 y el restante por 116-111. El inglés no dejó pasar su primera oportunidad de convertirse en el rey de la categoría reina y se mantiene invicto en 25 combates, 18 de ellos antes del final.
Cuando se sacó los guantes, Fury siguió dando show para todo el mundo. El británico tomó el micrófono con la misma seguridad con la que golpeó al ucraniano y se pudo a cantar un tema de Aerosmith que se popularizó por ser el principal de la banda de sonido de la película Armageddon. Klitschko formaba parte del espectáculo, pero esta vez en un rol secundario, que no tenía desde el 10 de abril de 2004 cuando perdió por última vez. “Una revancha es inevitable, no hay ninguna duda”, señaló Klitschko tras un combate en el que finalizó con el arco de la ceja derecha ensangrentado. (Especial)